La venta de roscones para celebrar la festividad de San Valero, el 29 de enero, se mantiene alta y sigue la tendencia de años pasados, pero el cambio del día festivo, que ha pasado del sábado al lunes, 31 de enero, ha favorecido los encargos y "ha descolocado" a los pasteleros.
Así lo ha explicado el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Confitería y Pastelería de Zaragoza, Ramón Sorroche, quien ha observado que este es un año "complicado" por ese cambio de fechas que "nos ha mareado a los pasteleros".
Ha comentado que este 29 de enero (sábado) es laborable para el comercio, y en lugar de mantener la festividad que se ha pasado al lunes ha originado un puente festivo que "mucha gente aprovecha para irse fuera de Zaragoza".
En declaraciones a Europa Press, Ramón Sorroche ha indicado que este año ha comprobado que se han anotado más encargos, al tiempo que también tiene que ofrecer este producto en la tienda. "A ver cómo se cuadra todo esto. La venta va para adelante, aunque mucho más lenta y no sabemos si el lunes van a venir a comprar o si ya no vamos a tener roscones".
Al respecto, ha aportado el dato de que el pasado 6 de enero, día de Reyes Magos a las 12.00 horas había vendido todos los roscones y seguía teniendo demanda, dada la larga fila que se formó en la acera de su establecimiento, en el distrito de Torrero donde tiene su pastelería.
Este San Valero al no haber colegio el lunes muchas familias se marcharán de la capital aragonesa porque son tres días seguidos de fiesta, ha aventurado. "Eso nos provoca un conflicto que no sabemos cómo solucionar".
1.200 roscones
A su parecer, "no se entiende" que del sábado pasen la festividad de San Valero al lunes porque "no hay precedente", solo cuando los festivos son en domingo que se trasladan al lunes. "Este cambio a los pequeños comercios les hace polvo".
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— KIANAJ🐐 Thu Jul 22 02:23:56 +0000 2021
Ha reconocido que la previsión, a juzgar por los encargos y las primeras ventas de estos días, es igual que otros años y "se nota que la gente tiene ganas de celebración", por lo que según sus estimaciones volverá a vender algo más de 1.200 unidades.
No obstante, las celebraciones son menos numerosas que en Reyes Magos y frente al roscón de tamaño grande, que es el favorito en las fechas navideñas, para San Valero los consumidores se decantan por los de tamaño pequeño y mediano.
Ramón Sorroche ha apuntado que mantiene los tres tamaños: pequeño, mediano y grande; y también las previsiones de venta del año pasado al asegurar: "No he recortado nada". Esta fecha tiene algo menos de venta porque la festividad es solo en la ciudad de Zaragoza, mientras que para Reyes Magos hay encargos de fuera. "San Valero se celebra mucho en la ciudad, pero los encargos van más lentos".
"Especiales" y de "calidad"
Sobre los gustos ha informado de que existe mayor demanda de los "especiales" que pueden llevar hasta tres tipos diferentes de relleno, como nata, crema y trufa, pero "el roscón estrella" es el de nata. Estos cambios en la producción surgen porque el consumidor va cambiando sus preferencias y el sector pastelero "se tiene que adaptar a la demanda".
Los ingredientes de la masa tienen que ser "de calidad", ha insistido Sorroche para que se note en el producto final no solo en el sabor, sino en la durabilidad del roscón, "aunque no creo que de tiempo a guardarlo mucho", ha bromeado.
La masa madre se elabora con agua, harina y sal, se le agrega el huevo, la mantequilla, el agua de azahar, el anís, la levadura y el zumo de naranja y limón natural con pulpa porque "cada uno tiene su estilo y la ralladura no me gusta". Se deja madurar 24 horas para que todos los ingredientes se mezclen bien y cojan sabor, entonces se echa la levadura, el azúcar y tras volverlo a remover está listo para hornear.
Como el roscón se rellena al momento -incluida la sorpresa- se puede congelar en casa "tranquilamente" porque además en la nevera "va perdiendo humedad tanto la masa como la nata", y se saca a temperatura ambiente un par de horas antes de comer para degustarlo en su textura óptima.
Acerca del aumento de los precios por encima del 6 por ciento, Sorroche ha referido que en los roscones él lo repercute entre un 2 y un 3 por ciento, pero "hay que tener cuidado porque el roscón no puede derivar en un artículo de lujo". Ante esta situación de inflación en la que todos los productos han subido "la gente compra lo esencial y, por eso, hay que ser muy cauto", ha insistido.
Además ha recomendado a los ciudadanos que encarguen el roscón en su pastelería favorita para evitar que el día de la celebración se queden sin nada. "Ahora mucha gente se cura en salud y los encarga o lo compra la víspera para no hacer cola y casi se vende más que el día del santo".