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Compras compulsivas: ¿Somos adictos a gastar en chorradas?

Es innegable que cada vez es más fácil comprar. La llegada de Internet ha supuesto un cambio radical en la forma que teníamos de gastar nuestro dinero. Pero ¿es compatible tener un consumo responsable siendo un comprador inconsciente? ¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando compramos? ¿Quién no ha comprado alguna chorrada solo por el subidón de comprar?

En este debate de Gen Playz, contamos con la presencia de la psicóloga Alba Palazón; el diseñador Selena Winters (@selenawinterss); Anónimo García, miembro de Homo Velamine y activista anti publicidad en la plataforma Zero Automobile Publicity; Alba Sueiro, especialista en comunicación para marcas; Patricia Reina, directora del blog ‘Vivir sin plástico’; y nuestra queridísima Samantha Hudson (@badbixsamantha).

50.31 minTranscripción completa

Ya está, me acabode comprar otras maracas.

Si sientes que te sudan las manos,se dilatan tus pupilas,

se acelera tu ritmo cardiacoy te invade la euforia,

no es que te haya enamorado.

Es que eresun comprador compulsivo.

¿Quién no se ha comprado algunachorrada solo por el subidón?

¿Cómo ha influido la pandemia

en el crecimientode las compras online?

¿Por qué vivimos la llegada delos paquetes como algo amoroso?

¿Es compatible tenerun consumo responsable

con ser un comprador inconsciente?Dentro "Genplayz".

Aló, ¿qué tal?

Bienvenidosy bienvenidas a "Genplayz".

El programa antiguamente presentadopor Inés, pero Inés... D.E.P.

En paz. "Requiescat in pace",que se dice en latín.

Ya no está Inés, ahora estoy yo.

Inés, estoy muy a gustito aquí,tú, en casa, tranquila.

Torea un poquito a la Rumba,las cosas que te apetezca hacer.

Yo estoy comodísimo,no tengas prisa.

Hoy vamos a hablar de compras.

De compras compulsivas.

De lo que ocurre en el cerebro.

¿Nos estamos cargandoel planeta con tanto paquetito?

No sé, lo veremos hoy aquí.

Y no os voya decir yo de lo que va,

pero os lo vaa contar mejor este vídeo,

porque lo audiovisuales mucho mejor.

"Hace tiempo que comprardejó de ser una mera actividad

para cubrir las necesidades básicas

y pasamosa la sociedad del consumo".

"En la quelos individuos nos convertimos

en consumidores compulsivosy malgastamos

en necesidades inventadas".

"Con el auge exponencialde las compras online,

el constante bombardeode la publicidad personalizada,

según nuestros intereses".

"Y la transformación delas redes sociales en tiendas,

las compras soncada vez más innecesarias".

"Y compulsivas".

"Pero ¿qué es lo que ocurre ennuestro cerebro cuando compramos?".

"¿Cómo nos manipula elneuromárquetin para que no salgamos

de ese círculo vicioso?".

"¿Puede llegar a ser adictivo?".

50% en todoslos productos medievales.

Y salí con una armadura medieval.

"¿De verdad necesitabas compraresa máquina de hacer palomitas

por 287 que solo vasa usar una vez en la vida?".

¿Qué es esto?

¿Qué es esto?

Pues sí, así es.Hoy tenemos una mesa maravillosa

para hablarde un tema no menos maravilloso.

O no, ya veremos.

Empezamos, tengoa mi izquierda a Alba Palazón.

Que es, nada más y nada menos,

que psicóloga general sanitaria

del serviciode psiquiatría y psicología

del Hospital Universitario Dexeus.Sí, sí.

¿Pronuncié bien?Bueno...

Para ser puntillosa,pero no, bien, bien.

¿Qué tal? ¿Bien?Sí, encantada de estar aquí.

Maravilloso, como tiene que ser.

También tenemosa Selena Winters, ahí está.

Como podéis ver,se le ve en la cara, diseña.

(Risas)

Diseña, es emergente.

Pone: "diseña y es emergente".-Ya está, con eso ya...

Bien, ¿no?Sí, sí.

Es cierto,cien por cien de acierto.

Tenemos en el Zoom, conocido ya,

conocido ya de esta casa,

a Anónimo García.

Vino a hablar de España

y ahora está con una nueva vaina,

que tienen entre manos.

Titulada, corrígeme si me equivoco,

Zero Automobile Publicity.

Ay, no se escucha.

Esta muteado.Te has puesto el mute.

Ay, no me ve.

-Ya está, ya está.

Que muy bien pronunciado, amigo.

Efectivamente.Zero Automobile Publicity

y lo que pretendemos es acabarcon la publicidad de los coches

igual que hace 20 añosse acabó con la del tabaco.

Ya contaremos más sobre eso.

Maravilloso.

También tenemos,el otro 50% de nuestro Zoom,

a Alba Sueiro.

Y activistapor un consumo responsable.

Alba, muy buenas.-Muy buenas, encantada.

¿Todo bien?Todo fenomenal.

Estoy deseandoque empiece el debate.

Genial, perfecto,como tiene que ser.

Esas son las ganas que yo quiero.

Tenemos, volviendo a la mesa,

a la gente de carne y hueso,

sin desmerecer, por favor.

Tenemos a Patricia Reina,

que desde 2015 vive sin plásticos

y es autora de un libro

"Vivir sin plásticos".

-Superevidente, pero efectivo.

¿La experiencia bien?Sí.

Genial.Superfácil.

Pues ahora nos hablarás de ello.

Y también tenemos, por supuesto,

te digo lo que me ponen.

A ver la gracia.

"Artista e icono queer".

Y yo quiero añadir: "Señora desdeque tenía 30 segundos de vida".

De los pies a la cabeza.

Prefiero la segunda que la primera.

Porque la primeraes un despropósito.

Vamos, yo de queer...

Señora desde la primera palmadita.

Soy una mujer CIS.

De queer no tengo nada.Como tiene que ser.

Bienvenida de nuevo, ¿qué tal?Fenomenal.

Si es que estás en casa.He venido descalza y todo.

(Risas)

Tenemos que poner pantuflaspara la gente que venga.

Vamos a empezar, voy alanzar a la mesa una pregunta,

recogedla quien queráis, por favor.

¿Qué ocurre en nuestro cerebro

cuando compramos?

¿Cuáles sonlos procesos que ocurren?

A lo mejor,tú puedes empezar por aquí.

-Venga, va, sí, sí.

-Es verdad, tiene muchomás puntos para definirlo.

-No, bueno, básicamentelo que pasa en nuestro cerebro

cuando compramos es que hayuna explosión, diríamos,

de dos sustancias muy importantes:dopamina y serotonina.

Estas sustancias modulannuestro estado de ánimo.

Y cuando tenemos una explosiónde estas dos sustancias

en nuestro cerebro,entramos en un estado de felicidad,

de satisfacción.

Bueno, un estadode placer muy notable.

¿Qué pasa? Que enlos casos de compra compulsiva

este estado

suele durar muy poquito.

Porque enseguida aparecen

las reacciones totalmente opuestas,

que son culpabilidad, vergüenza

por haber llevadoa cabo una conducta

que, en muchos casos, saben,

pero no quieren admitir.

Que es, al finy al cabo, disfuncional.

O sea, hay patronesen lo que estás diciendo

que parece un pococomo una adicción, una droga.

Totalmente.

A nivel cerebral, el circuitoque se activa es muy parecido

al de cuando consumesuna sustancia que te activa.

Una sustancia psicoactivacomo la cocaína.

Podría ser, por ejemplo.

¿Podemos decir que el botónde "comprar ya" de Amazon

es la nueva cocaína?

Es el desencadenante. Y tanto.

Genial.

Hablen ustedes, por favor.

¿Qué os produce en el cerebro?

-A mí me produce de todo menos eso.

Me produce ansiedad.

Cuando compro es: "Ya me estoygastando un dinero que no tengo".

"No necesito tanto".

Y necesito respaldo de mis amigas.

En plan: "Tía,¿esto me vale la pena o no?".

Pero me genera siempre ansiedad,a la hora de pagar:

"He compradocosas que no necesitaba".

-Lo que nos pasa enlos casos de compra compulsiva.

-Luego, cuando me lo pongo digo:"Bueno, mira".

-Compensa un poco.(SAMANTHA) "Me queda divino".

-Acabo enfadada conmigo misma.

-Claro, la experienciaque tengo a nivel clínico es eso.

En el momento de la comprasí hay satisfacción,

de hecho, son personasque se pasan mucho tiempo

planeando la compra, imaginando...

Hay todo un procesoprevio a la compra

que también disfrutan con ello.

Pero esen el momento en que compran,

dura muy pocoese estado de felicidad,

y luego aparece lo que tú describes.

O sea, este malestar,esta ansiedad de decir:

"Madre mía, me he gastadouna cantidad de dinero".

"¿Qué voy a hacer con esto?".

"¿Me es útil o no?".-Totalmente.

-Te entra preocupación.

Samantha.

Como @ señora oficial que eres,

entiendo que eres más de ira comprar al establecimiento.

-Sí.

Pero ¿crees que online es másprobable caer en esta compulsión?

En esta compulsiónde quiero, quiero.

Creo que onlinees mucho más sencillo

porque tienes que darle a un clic.

Es como que tomas menos concienciaporque no es algo tangible.

Que puedas decir: "Me he llevado15 kilos de ropa en un segundo

solo en la página web de Zara".

Y cuando vas es como quete distraes con más estímulos.

Yo tengo la suerte deque soy adicta a las compras,

soy compradora compulsiva.

Como ha salido, me compré

aquella malditaarmadura medieval de 190 euros.

Pero tengo la suertede que compro cosas

que son solo desegunda mano en su mayoría.

Vale.

De repente, a lo mejor veo algomono en cualquier tienda habitual

y me la llevo.

Pero comome gusta vestir como una señora

y lo más feo que hay enla tienda es lo que me pongo,

tengo la suerte de que compro mucho,

pero quizá podría denominarsecomo consumo sostenible.

Porque es un poco como reutilizar

toda la segunda mano.

Ahora, el armario lo tengotodo caído, destrozado.

(Risas)

No me cabe más ropa.

Tengo un problema, no lo niego.

Pero podría ser más grave.

Patricia, antes de sereste alma libre y pura que eres,

¿tú también caíasen estas prácticas?

¿Caías en estas historias?

-Yo seré la más rara,pero nunca me gustó ir a comprar.

Meterme en un centro comercial eslo más parecido al infierno.

Realmente.

Probarte una talla:"esto me queda mal". Probarte otra.

A mí me agobia muchísimo

y encima los centros comerciales,

como se ha puestode moda poner la música alta,

que parece una discoteca.

Es como: "Yo quiero salir de aquí".

Me gustaría tener ropa, bien,

pero sin tenerque pasar por comprarla.

Creo que soy todo lo contrarioal botón este que tú dices.

O sea, a mi ira comprar nunca me ha gustado.

Esa ansiedad pura.Me da ansiedad.

Vamos ahora con Zoom.

Quiero comentar una,esta pelota va para vosotros.

Lo vais a sabermanejar perfectamente.

¿Cuál esla responsabilidad de las marcas

a la hora de vendernos la moto?

Es decir, a la hora de lapublicidad y todas estas cosas.

-Bueno, ella que es de márquetin...

-Eh... ¿hablas tú, Alba?

-No, dale tú.

Luego respondo yo.

Qué educación, qué saber estar.

-Pues que yo voy a entrara degüello contra la publicidad.

Porque de hecho la publicidades la que hace

que la gente necesite cosas

que no necesita realmente.

Y es la que generaese impulso de comprar

y la que mete de repente,

te mete por los ojos,

algo que no habías vistoy dices: "Eso lo quiero".

En ese sentidoes muy responsable del consumo.

He dicho una obviedad.

Pero van un poco por ahí los tiros.

Alba, te cedo la palabra.

-Muchas gracias.

Parece una conexióndel "Telediario".

(Risas)

Yo creo que...

A ver, siempre nos centramosen el consumo responsable

desde la perspectivade la persona que compra.

Pero creo que las marcascada vez son más conscientes

de su papel en facilitarese consumo responsable.

Si yo tengo una marca

y quiero facilitar ese consumo,

pues igual no me apuntoal Black Friday, ¿no?

O a lo mejorno pongo ofertas que se acaban

en 24 horas para que la genteno tenga tiempo de meditar

y compre sin pensar.

Y luego se arrepienta,como habéis dicho en la mesa.

Creo que las marcas tienenque ser más conscientes

de ese poder que tienen

y el poderque les da el ámbito digital.

Y si realmente queremos,

porque ahoramuchas marcas quieren entrar

en el ámbito de sermedioambientalmente responsables,

tienen que empezar también

planteándose cuál es su papelen el sistema de consumo

y cómo se comportanfrente al consumidor.

-Yo ahí estoy un poco en desacuerdo.

Porque eso lo puedenhacer ciertas marcas.

Pero siempre van a ser minoritarias.

Un poco más elitistas.

Pero la cuestión esque las grandes marcas,

que son las quese llevan el gato al agua,

en el fondo tienen quehacer que la máquina continúe

y la máquina necesita consumir.

Obsolescencia,consumir una cosa nueva, etcétera.

Y a mí me pareceuna cosa bastante falaz

que depositen en el consumidor

la responsabilidad de compraralgo más verde o más sostenible.

¿No?

Al final,eso debería estar insertado

en el propio sistema

y que al final no digas:

"Me voy a la tiendaecológica del barrio

a comprarme estoque es vegano sostenible,

pero me cuesta tres veces másque en el supermercado".

Sino que el productosostenible sea más barato.

¿Cómo se hace eso?Esto es un poco utopía,

pero yo creo quetendría que ir por ahí.

Dejar la responsabilidadal consumidor

en el fondo es un poco falaz.

Recogiendo esto, Patricia,

Compras compulsivas: ¿Somos adictos a gastar en chorradas?

¿cuál es la responsabilidadque tenemos los consumidores?

-Creo que todostenemos la responsabilidad

hasta dondepodemos decidir y elegir.

No podemos ser responsables

de algo que no es nuestra opción.

Si tienes la posibilidadde comprar algo más sostenible,

o a nivel cercanía

o a nivel económico o lo que sea,

pues ahí tambiéntienes esa responsabilidad.

Pero si no la tienes,no es responsabilidad tuya.

Yo creo que también es eso.

Él decía que al final

el papel de las marcas grandes esseguir alimentando el carro.

Y yo creo que ese no es su papel.

Eso es porquele hemos dado el privilegio

de que nos lo creamos y que digamos:

"Es que es lo que tienen que hacer".

Pero no, ellos lo que deberíande hacer es hacer lo mismo,

pero siempre respetando unos valores

a nivel medioambiental,económico y social.

Que el tema socialestas grandes empresas

se tirapor los suelos, directamente.

Está claro que la publicidad,esto viene ya de lejos.

De hecho, la movidade los panes y los peces

si os dais cuenta, es una campañade márquetin cojonuda.

Pero con la entradade internet hay nuevas cosas.

Esto que se dicey que a veces parece verdad,

entiendo que será verdad,pero no quiero pillarme los dedos,

de que Amazon nos escucha.-Sí, te lo digo yo.

Te lo digo yo completamente.

Que sí, que sí.

Que yo me puse en plan,no sé qué le puse a un amigo mío

y quería que me salieraporque no nos acordábamos

y lo estuve diciendotodo el rato y salió.

En el Instagramcuando pasas los "stories", te sale.

Es que te escucha.

Es que es superfuerte.

-A mí me pasó en Google.-Te lo juro.

-Hablandocon una amiga de colchones.

Pero no lo busqué nuncay me salían anuncios de colchones.

-Y el Tik Tok también te escucha.

¿Tú también?

-Estuve el otro díaque me dolía mucho el pecho

y dije:"Ya está, Covid, me pasa algo".

Se lo cuentoa una amiga mía por WhatsApp

y a mi amiga le salepor Tik Tok un vídeo

de un hombre diciendo:

"Si tienes pinchazosen los pulmones,

tienes pedos".

Y ya está.

Gases.-Ay, es verdad.

Con los gases se te sube aquíy te duelen un montón los pulmones.

-Perdón, esto no es nada sostenible.

Pero es un tema muy importante.

Es que decir a la genteque el corazón no duele.

Total.

Claro, tenemos aquía expertos sanitarios.

No quiero liarla.

Pero cuando dices:"Ay, que me voy a la otra vida".

-Son gaseso un embarazo psicológico.

Yo iba a decirque me salen anuncios rarísimos.

Imagino que me escucharán,

peor no sabrán muy bienpor dónde van los tiros

y me pone un sacaleches.

Un mono enterohecho de papel albal.

Cosas rarísimas.

Luego em encantan todas, entonces...

-Tengo vales del Aqualand.

-Sí, muchísimos.

-Toboganes gigantes comode cientos de miles de años.

Sí, es verdad.

-Un tobogán gigante.

-Un tobogán de piscina.

-¿Quién lo va a comprar?120.000 euros.

-Qué conversacionesmás interesantes tenéis que tener.

A mí me salen colchones.

-No hay nada másinteresante que dormir y comer.

Quería comentarle a Alba

que estas nuevasformas de publicidad,

como esto que estamos hablando

de que nos escuchan.

¿Va de la mano con...

no sé cómo llamarlo,

los problemas quepuede ocasionar el comprar,

comprar de forma compulsiva?

¿Va de la mano de estoo esto viene de siempre?

-A ver, realmente la aparición...

bueno, más que la aparición,el desarrollo superrápido

que ha habido de las redes sociales,

ha contribuido muchísimo

a que aparezcanmás casos de compra compulsiva.

Y lo peor es que aparte de quela cantidad de casos ha aumentado

muchísimo en muy pocos años,

cada vez la edad de iniciode la compra compulsiva es...

-Más corta.-Claro, es menor.

Nos estamos encontrando

que un problema que antes empezaba

entre los 25 a 30 años,

ahora empieza a los 17.

-Y 16.-Exactamente.

Claro, en plena adolescencia.

Dices: "Ostras, ¿qué está pasando?".

Qué pasa.

El hecho de quetú estés hablando de algo

y te salga el anuncioen Instagram, pongamos,

y tú dices: "Ostras, bueno,quizás no lo necesito,

pero voy a ver por si acaso".

"Está muy baratito, ¿no?".

Y la ventajade comprar por internet es

que puedes comprara precios muy bajos.

No necesitasuna gran cantidad de dinero.

Pues ya es un facilitador.

-¿Sabes lo que creo que pasa?

No, perdón.

-Dile, bueno, vale.

Te lo digo yo.

Yo creo que másque la publicidad hace más daño

como la envidiay como la admiración,

la ultradmiracióncomo a las "influencers"

o Kardashian, en plan,

si una mujer o alguienno repite "outfit" nunca,

pues yo también.-Tiene mucho que ver.

-Yo creo que hace más daño eso

que una publicidad que te ha salido.

No, hace más daño vera una tía con 8000 bolsos.

"Quiero ser igual que ella".

-Es que las "influencers"son un talón.

¿Cuál es la responsabilidad?

Hay actrices e influencersque viven exclusivamente

de publicar "post" en su Instagram.

No os podéis imaginarlas cantidades de dinero que pagan

para que hagas un "post".

Si tu público son esas niñas...

Yo creo que estamostan mal en la sociedad,

que a lo mejor dices:

"Joder, estoy superprecaria,

trabajando 40 horasy no tengo ni un minuto libre,

me carcome el dolor por dentro,

estoy con millones de problemasque no puedo gestionar,

porque no tengo tiempo de nada.

Y como no sabes gestionartodas esas cosas dices:

"Pues voy a buscarmeun problema exterior

con una fácil solución

para volver a sentirque tengo el control

y las riendas de mi vida".

No sé gestionar mi vidani mis emociones ni el trabajo.

Pero como me hace faltaun pimentero eléctrico,

me lo compro y ya tengoun problema solucionado en mi vida.

Pero es mentira,ese problema no ha estado ahí.

Es como esta falsa sensación de:

"Te genero un problemaque nunca has tenido

y te vendo la soluciónpara sacar una ventaja económica".

-Justo, eso, perdona,que te he cortado.

No, no, no.

Lo estábamos hablandoantes con Patricia.

Y es eso.

Al final, es un problemade gestión de emociones.

Tú no sabes qué hacercon esta frustración,

con esta tristeza,con esta rabia que sientes.

Pues bueno, en lugarde focalizarme en la emoción

e ir trabajando.

"Puedo hacer deporte,puedo explicárselo a un amigo".

"Pues me voy a comprar".

Evitas el problema.

-Pero porque no tienes tiempo.

Es mucho más práctico

centrarte con cosasque tengan fácil solución

y problemas que sean fugaces,

que intentargestionar tus emociones,

analizar los conflictos,

intentar trabajar tu interior

y esa introspecciónque es tan necesaria

Porque no tienes tiempo.

Cómo va a hacerlo si te tienesque levantar a las siete

para hacer toda la cafetería,meter los bollos en el horno

y encima hacer doblete

porque ha faltado unay al día siguiente igual.

Es que no te dejantiempo para pensar.

Necesitas...-Solución rápida.

-Y los "post" en Instagramson todos así.

¿Sabéis quién nosda tiempo para pensar?

Nuestro siguiente personaje.Me encanta.

Nuestro siguiente personaje, Danel.

Danel, si tú vendieras motos,

sería Ángel Nieto.

Dentro.

En el espíritu de la pandemia,

llevo por tercera vez mi jerseyde andar por casa

dado que estoy confinado.

Me gusta el dinero.

Me preguntan:

"¿Qué te inspira como persona,como artista creativo,

polifacético y multidisciplinar?".

Y yo les respondo que el dinero.

¿Que por quéme gusta tanto el dinero?

Es un "item" de intercambiomuy sencillo de comprender.

No todo el mundo sabecómo funciona el dinero.

Le das a un niño de dos años un euroy le dices que son chucherías

y el niño lo entiende así de rápido.

El dinero te hace grande,te hace listo, te hace guapo.

Te quita, incluso, los granos.

Y por eso es bueno tener dinero.

Cuanto más dinero tienes,más puedes gastar.

Ergo, cuantomás dinero gastas, mejor estás.

¿Habéis visto la paralela?

¿La operación matemática?

Nos gusta comprar,nos gusta consumir.

Ese perchero que veis es feísimo,

me lo compré enun bazar por seis euros.

No tengo nada que colgar.

Pero es superchulo.

Y ahora me tengo que comprar cosas

para colgarlas en el perchero.

Es bien sabidoque el capitalismo consiste

en cubrir las necesidades

y las necesidadesbásicas están cubiertas.

Hay que crear necesidades nuevas.

Es el escenario de la pesadillaque se muerde la cola.

La pesadilla recurrente, espiral.

¿Cuántas noches haspasado "scroleando"

por Ali Express o Amazon?

O por la tienda de Instagram,depende de tu destreza

o tu nivel o poder adquisitivo.

Internet facilita muchísimola compra compulsiva

y obsesiva de bienesporque es tan sencillo como clicar.

Hace poco me compré un guantecon forma de esqueleto

en el baño de un bar.

Estaba en el bañohaciendo número dos,

me puse el móvily me saltó aquello en la cara

y dije: "Necesito este artículo".

"Necesito este artículo".

Hay un dolor dentro de mí, un vacío,

que solo sanará conla adquisición de dicho artículo.

¿Y qué hice? "Swipe", botón, botón.

En tres clics ya lo había encargadoen una página de la Conchinchina.

¿No os habéis dado cuenta de cómonos dan muchas más facilidades

para gastar dineroque para conseguirlo?

Si quiero poner una reclamación,una denuncia,

tengo que presentar unas pruebas,

unas condiciones,pasar por un proceso.

Igual, eventualmentese me da mi dinero,

pero cuando quiero comprar,todas las puertas están abiertas.

Instagram tiene una función enque recuerda tus datos bancarios

para que puedas reproducirlos conun clic cuando quieras comprar.

Porque qué pereza estar metiendo tunúmero de tarjeta y la fecha

40 veces al día.

No encuentro una manerade dar conclusión a este vídeo

porque soy un comprador compulsivo

y soy víctima de este problema.

Os insto a quienquieraque esté en plató

a darme una soluciónporque necesito ayuda.

Me he comprado este perchero,de verdad. Ya vale.

Maravilla, maravilla, Danel.

"One more kind".

Y, Alba, dos cosas, primero:

si estás de acuerdo conlo que ha dicho Danel y segundo:

en qué momento lo de las comprasde vuelve algo patológico.

Vale, estoy de acuerdocon lo que ha dicho

de que se danmuchísimas más facilidades

para gastar el dineroque para conseguirlo.

Esta ha sido una frase mítica.

Totalmente.

Y es verdad.

En muy pocos pasos consigues algo

quizás de manera

que no lo has pensado.

No lo tienes premeditado

y dices: "Pues venga, va".

Y aquí entra la impulsividad.

Otro factor de riesgopara iniciar y mantener

un problema de compra compulsiva.

Quiero decir que totalmente.

Que está más cercade lo que parece la barrera

de pasar de que estáguay de vez en cuando

a algo verdaderamente...Exactamente.

De hecho, es que esuna línea superfina.

Una línea superdelgada.

Vamos ahora con una preguntita

que va para los del Zoom,que os tengo, perdonadme,

os tengo un poco abandonados.

Porque me gusta másel oler a los seres vivos de aquí.

Yo lo siento.-Y aquí olemos...

-Yo no sé, no tengo olfato.

Huelen fuerte.

Quería hablaros sobreuno de los grandes problemas

de toda esta corrienteque es el consumismo.

Voy a intentar decirlo bien.

Obsolescencia programada.

Sí, bien.

Muchas eses y muchas cesy no soy húngaro.

Me cuesta.

¿Hay alguna formade salir de este bucle

de compro algo,se me rompe, lo tiro,

vuelvo a comprar para renovarlo,se me rompe, lo tiro.

-Creo que es un poco lo mismo.

Podemos verlo desdeel enfoque del consumidor

o podemos verlo desde el enfoquede cómo está montado el sistema.

Desde el consumidor,

puedes utilizar, reciclar,puedes reparar, sobre todo.

Cuando hablamos dela obsolescencia programada.

Pero como decíamos antes,

es un poco limitado.

Pero si nos damos cuenta

de por qué existeesta obsolescencia programada es

porque al sistemale interesa que exista.

Porque si mis medias se rompen,

voy a comprar otras.Si no se rompen,

que es el ejemplotípico que ponemos,

solo compraré unas.

Y eso no interesaal sistema económico.

Que al final es quien...

Quien rige nuestrosistema capitalista.

Raúl.

-Sí, yo tengo poco más que aportar.

Es la rueda de la que hablaba antes,

que de hecho se nutrede la obsolescencia

y de la publicidad.

Siempre me hace mucha gracia

que siempre hay una nueva fórmula

en el detergente.

Cada vez hay una fórmulaque lava más blanco.

Pero llega un momento queel blanco tiene que ser puro.

Tiene que ser transparente.

Pero de nuevote ponen el paquetito

con: "Nueva fórmulaque lava más blanco".

Incluso también me hace mucha gracia

que los botes de detergente,

por seguir con el ejemplo,

son cada vez más rocambolescos.

Tienen formas supergrotescas

y si pensamos en los de los años70 eran más simples.

Ahora tienen curvas por todos lados.

Al final es comoun fetichismo que se añade

para ver qué es más tecnológicoque el anterior.

No tiene mucho sentido.

Al final, no es más que el bote,

pero ya da esa sensación

y ya necesitas renovarlo.

Esto sería un poco complementario

a la obsolescencia.

Y así necesitas renovarloporque esto es más moderno.

Lava más blanco.

En qué momento se dieron la mano

los detergentesy las bebidas energéticas.

Que ya cada vez esmás difícil de diferenciar.

¿Esto me lo beboo se lo echo a la lavadora?

Otro de los puntos importantesdentro de las nuevas cosas es,

sin duda, la industria textil.

Hablabas antes, Samantha,

que has mencionadoque intentas buscar

todo que haya sido usado,

que sea de segunda mano.

¿Dónde compras estas cosas?

¿Dónde te gusta bichear con esto?

-Pues mira, empecé por moralista.

Por este rollode ser una adolescente cabreada.

"Pues tengo que ser súper LGTB,feminismo, racismo, comunismo,

nada de comprar".

Me tomaba muy en serio esos ideales

y dejé desde entoncesde comprar habitualmente.

Además, es que hacen una ropa...

Ahora Bershka está punterísimo,

pero normalmente son unos conjuntosque no hay quien se los ponga.

¿Bershka era lo de Lady 23?

No estoy segura.¿Os acordáis?

Lo del Lady 23 es tremendo.

Desde entonces,la sociedad occidental ha caído.

Creo que era Stradivarius.

Es verdad.

Bueno, el caso es...

(Risas)

-Qué bueno.

-El caso es que yo siempre apuestopor las tiendas de segunda mano.

Porque los modelones son increíbles

y hay ropa mucho más chula.

La gente piensaque suele ser como vieja.

Que está en mal estado.

O que no hay cosas para ti,

pero más viviendo en Madrid,

si no compras de segunda manoes porque no te da la gana.

Yo voy a Magpie y a Humana.

Y luego,las que me vaya encontrando.

-Y yo creo quecomprando de segunda mano

también como que valorasun poco más lo que compras.

Es muchísimo más baratoy completamente "eco".

Está mejor que comprarteuna chaqueta de 80 euros

de Inditex.

Que no, no...

Y aparte, voy adecir otra cosa, perdóname.

Que... no, nada.

(Risas)

-¿Se te ha olvidado?-Sí.

(Risas)

Patricia, quería preguntarte

sobre el impacto medioambiental

que tienen estas industrias.

¿Es tan notable?

Ahora te doy paso.-Después de esto.

¿Es tan grande el impactomedioambiental negativo

que tiene la industria textil?Sí, totalmente.

Sobre todo, en la fabricación.

Para fabricar unos vaqueroshacen falta 8000 litros de agua.

Que se dice pronto.

8000 litros de aguapara fabricar una sola prenda.

Y a estos que está desgastados

se les pone un montónde productos abrasivos.

Porque primero se tiñe normaly luego se desgasta.

Entonces todosesos químicos van a los ríos

y después ya el viaje de la ropa quehacen desde Bangladés o donde sea,

al resto del mundo.

Y después, al final de su vida útil,

la cantidadde residuos que se generan.

Ahora hay marcas como H&Mque están diciendo:

"Trae la ropa de segunda manoy te doy un vale para mi tienda,

para que sigas comprando".

Un lavado de imagenporque se ha descubierto

que muchas de estas tiendasincineran esa ropa.

Porque de todas formasva a acabar por ahí.

Lo que se pueda reciclar,lo reciclarán, no digo que no,

pero gran parte de esa ropa quetú piensas que se va a reciclar,

acaba incinerada.

Alba,¿quieres aportar algo sobre esto?

Sobre esta industria, 8000 litrospara una unidad de vaquero.

-Es que los datos son muy brutales.

Como está diciendo Patricia.

Por eso...

Por ejemplo, si ponemos el ejemplode una camiseta de algodón,

que podemos encontrar por 3 eurosen una de estas tiendas.

Es que lo que dice Patri,

o sea, apartedel algodón cultivado,

todos los pesticidas, fertilizantes,que acaban en la tierra.

Luego el hiladoy el teñido de ese algodón.

Que hay ríos de colores en Asia.

Dependiendode la tendencia del momento.

Luego también el aspecto social.

Todas esas personas queno tienen los derechos sociales

de los que nosotros disfrutamos.

Que damos por supuestos.

Una baja por maternidad,por enfermedad,

el derecho a sindicarse.

Esas personas que hacen esta ropa

no pueden disfrutarde esos derechos tampoco.

Y luego eso, todo el tema

del transporte, que no es solo

de la fábrica a la tienda,

de la fábrica al almacén,del almacén a la red de tiendas.

Luego, de la venta online a tu casa.

Devuélvemelo.

Se generan un montón deemisiones ligadas al transporte

que es espectacular.

Que nos tendríaque hacer plantearnos

que el coste no son 3 euros.

Las externalidades negativasdel coste para el planeta

y las personas deesa camiseta no son 3 euros.

Vamos, ni de lejos.

Raúl, intentar romper este bucle,

intentar consumir,

hablando de lo textil,

de manera más responsable,

¿es complicado?

¿O es un cotode caza privado de gente

con más posibilidades económicas?

-Sí, ahí apuntabaun poco a lo que yo comentaba antes.

Que al final lo que muchas veces sehace es dejar esta responsabilidad

en manos de quien

de quien opta por tenerun consumo más responsable.

Que suele ser más caro,

no todo el mundo puede optar a él.

Y además una personaque lo hace suele haber tenido

un viaje de concienciación

que no todo el mundo tiene.

Aquí volvemos a entrar

en lo que yo comentaba antes

de que no creo que laresponsabilidad se deba dejar

a las personas,sino que la tienen que asumir

las empresas y los estados.

Sobre todo, las grandes empresas.

Y si se deja a las personas,

porque ya hay un númerotan grande de gente,

que va a consumirmás responsablemente.

Pero para que esto ocurra,

se necesita una laborde concienciación tan grande

que va diametralmente opuesta

a la luz de la publicidad,que es lo contrario.

Vuelvo a entraren el tema de la publicidad.

Siento ser un poco pesado.

Pero realmentela publicidad quién la pone,

empresas de muchísimo dinero,

y que tienen un objetivo.

Es una información que está todoel rato salpicándonos los ojos,

los oídos, que nos impulsasiempre hacia un mismo objetivo

que es comprar y consumir más.

Y hemos estado aquí hablando mucho

de los factores psicológicos yestamos entrando en los ecológicos.

Y dónde iba todo estode la obsolescencia programada.

De tanta agua que se necesita.

Lleva a que estamos agotandolos recursos del planeta.

Esto ya no va de que soynegacionista del cambio climático.

Sino simplemente multiplicarla cantidad de gente que hay

en el planeta porla cantidad de cosas que compran.

Eso sale de algún sitio,no hay una varita mágica

que cree panes y peces.

Al final,eso antes o después se acabará.

Y otro de los puntos,para ir cerrando ya este bloque,

es algoque está claro y que es obvio,

que es que con el aumento

de grandes marcas,

grandes multinacionalesen la industria textil,

al final el comercio local,poco a poco,

de manera progresivava a ir desapareciendo.

¿Hay alguna manera de frenar esto?

O creéis que es inevitabley que hay un reloj puesto

que dentro de no mucho acabará...-Abajo el libre comercio.

-Total, eso iba a decir.

-Realmente parece algo descabellado

que cómo nos vamos a plantear eso

después de tanto tiempo.

Pero yo estoy convencida

de que si no pudieracomprar ni en América

ni en ningún país de fuera

y tuviera que abastecermede la industria textil,

que en Cataluña tenemosuna industria textil buenísima,

del producto local.

¿Por qué tengo que poder disponer

de sal del Himalaya

y curry en mi supermercado?

Para que yo pueda hacermeun plato típico de India.

Me parece que tenemos esa necesidad,

esa ansia de libertady de poder elegir,

pero es que es absurdo.

Porque puedo prescindirde todos esos caprichos y lujos

y lo digo así vestida.

(Risas)

Pero me daría igualir de Barbie oficinista,

si la ropa hubierasido hecha en España

o una segunda mano de aquí.

Yo creo que el problemaes el libre comercio

y que todo se dejeen manos de empresas privadas.

Que es algo que no podemos regular

y que el monopoliode todo el consumo

y toda la producciónlo tengan empresas privadas

que solo miran por sus interesesy por seguir enriqueciéndose.

Ahora ya, que esto cambie,

seguramente,luego me compre una boina.

(Risas)

No sé si querías comentar algo.

-Iba a decir lo mismo,que esto con legislación,

como decía él.

Se puede concienciar

y tenemos que intentarlo,

pero o se cambia conlegislación o no se va a cambiar.

Porque la concienciación está muybien mientras llega la legislación.

Porque una cosa es que túno puedas cambiarlo con tu consumo

y otra cosa es apoyar algocontra tus valores,

solo porqueno vaya a servir de nada.

Tenemos que preguntarnos no solopara qué sirven nuestras acciones

como consumidores responsables,

sino por qué hacemos eso.

Si no estás de acuerdo con algo,

pues no lo hacemos,

pero eso no significa

que todala responsabilidad sea nuestra

ni que no tengamos que pedirresponsabilidades y legislación

al poder.

Pues muy bien,creo que ha quedado muy fresquito.

Llega el momentode a don Anónimo García

y a doña Alba Sueiro.

Creo que el don y el doña me pareceque es si tienes la primaria.

Que yo calculo que sí.

Tenéis esto.

Podéis llamaros don y doña.

Esto que lo sepáis.

Muchas graciaspor haber estado aquí.

Por acompañarnos en este programa.

Habéis aportado conocimiento.Lo opuesto a lo que hago yo.

Que estoy aquí como una cotorra.

Muchísimas graciaspor haberos pasado.

Gracias a vosotros.-Gracias a vosotras.

Y ahora vamos con una persona

que va a añadircosas muy interesantes,

que es nada más y nada menos,

me pongo bien la pajarita,para recibir a Grey Trash.

"Socialización".

"Proximidad".

La confianza de una gran familia.

Hay cosas en lasque Google no nos puede ayudar,

pero el comercio local sí,por su cercanía,

por su profesionalidad,

porque nos conocen y les conocemos.

Esto engancha. Esto es Coca...

Cola.

Señores Coca...

Para regalarte mi mejor sonrisa.

Los que bebemos Coca Cola

estamos enganchadosa la Coca... Cola.

Señores.

Esta buena Coca Cola comprad.

Y bebed.

Y verás como tenéis más fuerzas.

¿Usted se siente "mareao"?

La Coca Cola se lo quita.

(Risas)

Grey Trash.

-¿Lo han visto ellos?No, lo han escuchado.

No lo sé,nunca he llegado a saberlo,

antes de nada,porque la gente está viendo

de quién hablamos,pues vamos a presentarles.

Tenemos a Celia Zanón, enfermera.

Muy buenas, ¿qué tal?

Hola, ¿qué tal? Buenas tardes.

Y también tenemos a David Álvarez.

Eso es. Hola, ¿qué tal?

Perfecto, ahí estánuestra "Gen Zeta",

Normalmente dice Inés,voy a decirlo,

"la juventud del papo".

Que no quede en el olvido,Inés, descansa en paz.

Allá donde estés.

David, vamos a empezar haciéndotela primera pregunta a ti.

¿Eres comprador compulsivo?¿Qué es lo último que has comprado?

Yo determinaresi eres compulsivo o no.

No me considerocomprador compulsivo

porque lo miro todo exhaustivamente,

pero es verdad que como vivoen una ciudad de provincia

y tampoco hay Humanani tiendas de ropa moderna,

pues acabo buscando por internet

y en eso sí que me ha servido

porque encuentro ropaque no encuentro en otro sitio.

Y respondiéndote a tu pregunta,

lo último que me he comprado

yo creo que estasBalenciaga de imitación.

Que cuando me las probé dije:"Igual no me gustaban tanto".

(Risas)

Celia, ¿alguna vez te arrepientes

de lo que compras?Lo acabas de comprar

y dices: "Pero, ¿por qué?".

"¿Por quéme he comprado esta armónica?".

-Correcto, eso me ha pasadoun montón de veces.

Pero me dauna pereza volver a la tienda,

que no lo devuelvo.

Bueno, ya está.

Boca abajo, a tomar por culo.

(Risas)

(SAMANTHA) Todo el pesodel pecado recae en ella.

Qué maravilla, qué maravilla.

Voy a preguntárselo a David.

Y ahora vuelvo contigo, Celia,

porque me interesaque me contestéis.

Hemos estado hablando

de lo "eco" en general

y concretamentecentrado en lo textil.

¿Es jodido el poder...

comprarse ese tipo de cosas,

poder ayudar a este tipode economía sostenible

teniendo poquitos chavos?

-Claro.

A ver, es verdad quelas tendencias cambian cada vez más.

Sobre todo, lo vemos en Inditex.

Pero creo que están saliendocosas muy interesantes.

Hace poco compréen una tienda de Bilbao

una camisetaque la hace gente joven,

todo hecho a mano, todo artesano

y salí con ganasde contárselo a todo el mundo,

para que sepan lo que hay,

lo que es de calidad

y encima, de aquí, autóctono.

Yo creo que va a haber unauge de este tipo de comercios

y debería, además.

Celia, te iba a preguntar lo mismo,pero como acabas de decir

que te da pereza,pues ya me lo quedo,

que me ha encantado.

Me ha recordado a este vídeoque ha salido de Almeida de:

"¿Cuánto es?".-"Cinco euros".

-"Poco me parece".

Va un poco en esa línea.

Te quería preguntarsi a la hora de comprar

y a la hora de consumir

intentas ser lo más ética posiblea la hora de seleccionar.

Bueno, ¿sabes qué pasa?

Yo siempre acabocomprando lo que me gusta.

Sí que es verdadque a veces miro el precio,

pero hay otras veces que no.

Si algo me gusta mucho

y se me va un poco de presupuesto,digo: "Bueno, por una vez".

El problema es quees una vez detrás de otra.

Te crea dependencia.

Te crea dependencia.

También digo quehay que saber controlar

y tomar conciencia de ello,

porque tampoco hace faltainvertir tanto dinero

en ciertas cosas.

Pero soy una personaque peco de eso y lo reconozco.

Vale, vale.

Si está bien.

Y bravo, hay que decir.Es lo que hay.

Celia, ¿usas plataformas

como Wallapop o Vinted?

Pues la verdad que no.

Sobre todo, del grupo Inditex

y soy muy caprichosa con las joyas

y accesorios,los bolsitos me encantan.

He de decirlo.

Hay que ir siemprea conjunto y muy mona.

-Qué chula.

O sea, que estamoshablando de ética y tal,

pero que mira.

Que tampoco hace falta.-Pero ella es sincera.

Di que sí.-Tiene que haber alguna que lo diga.

Porque venimosaquí todas de moralistas.

Soy un simple mensajero.

-Vais estupendos, ya os lo digo.

Me encanta vuestro "outfit".

-Ay, qué bien.

-Entonces sí que nos ven.

-Claro, nos ve todo el mundo.

"Worldwide".

David, ¿somosla generación más consumista?

-Creo que no somosla más consumista,

pero sí que es verdadque tenemos muchos...

pues muchas distracciones.

Te metes en Instagram

y en el último año hay más anuncioso eso me parece a mí.

Y yo que caigoen casi todos los "stories",

pues para mí es la ruina Instagram.

Pero no creo que...

De hecho, creo que somosla generación que hemos inventado,

bueno, no lo hemos inventado,pero que utilizamos bastante

la segunda mano.

No sé, creo que vanmás por ahí los tiros.

-Sí, sí, completamente.

Quería cerrar con Celia.

Que es algo queun poco hacemos todos.

Quiero saber si tú también.

¿Crees que a travésde consumir, de comprar,

esto, lo otro, lo de más allá,

intentamos de alguna manera

llenar un vacío que podemos sentir?

-Pues sí, porque creoque todo el mundo en su vida

tiene malos momentos, malas rachas,

y creo que tenemos en cierta parte

como asociado quesi me voy de compras,

si me doy un capricho,

si me voy a la peluquería,

como que eso nos sana la partemala que estamos pasando.

Entonces, yo creoque tiene mucho que ver.

Nuestro cerebro,como comentaba antes,

que os he estado viendo,

las hormonas y todo esoque nos regula la felicidad

y todo eso, eso tienecien por cien que ver, estoy segura.

Genial, bueno,

mis muchachos,

muchísimas graciaspor haberos pasado.

La verdad que han sido muy bonitasvuestras intervenciones.

Me han encantado.

Y nada, muchas graciaspor haberos pasado por aquí.

Gracias a vosotros, todo un placer.

-Igualmente.Genial.

-Hasta luego.

Qué maravilla.-Adiós.

Nuestra juventud del papo,parafraseando a la gran Inés.

Y ahora, volviendo a mesa,

y ya para cerrar,

como último punto,

ya sabéis,

tú ya conocesporque has venido más veces

y sabes que esta rondita final,

en la que os voya pedir a cada uno

una idea breve

o de qué manera podemos ayudar

a que todo esto sea más sostenible.

De alguna manera.

Si quieres empezar.

Mira, yo quiero aprovechar

la situación que estamosviviendo de la Covid 19.

Durante la campañade Navidad, sobre todo,

se ha insistido muchísimoen, por favor, comprad

en comercios autóctonos.

Comercio de proximidad.

Pues yo aprovecharía eso.

Y sobre todo,

siendo más conscientes

de todo el impactoque podemos generar.

Lo que decíamos, a nivel ambiental.

Que dentro deunos años nos pasará factura.

Y aparte, ayudamosa estas personas con estos negocios.

Que muchos viven de eso.

Así que quería dejar este mensaje.

De aprovechar la situaciónen la que estamos "ara",

perdón, ahora, para...-Catalana.

-Total.

Totalmente.

Y aprovechareste tirón y mantenerla.

Eso creo que es muy importante.

Sobre todo,el comercio de proximidad.

Si no, acabará desapareciendoo van a quedar muy poquitos.

-Y a raíz de lo que ha dicho ella

y lo que han dicho ellos,

de que los comercios pequeños,

como todo así como muy...

como que está habiendoun giro bastante alto

y yo estoy trabajandoen una colección

completamente "eco" con Humana.

Que sale como dentro de...Atentos ahí. Atentos ahí.

Sí, me puedo poner hasta de pie

para que veáisla ropa que he traído.

Pues eso, como que las cosas

también se pueden hacercomo bastante bien

y voy a Humana, cojo la ropa

y es como cien por cien "eco".

Me parece la cosamás "eco" que se puede hacer.

Y eso, cómo Humana se ha fijadoen mí como diseñador emergente,

que está empezandoy eso está muy bien.

Que sí, como que las cosasse pueden hacer un poco bien.

Hay esperanza.

Y comercio local,como hemos dicho, muy bien.

Muy bien, Patricia.

-Yo pienso que deberíamosdar un paso antes de comprar.

Evidentemente,escoger la segunda mano,

el comercio local, pero antespreguntarnos si lo necesitamos.

Porque creo queahí está el problema.

Pero si nos preguntamos antes,nos paramos un momentito,

¿lo necesito realmente?

Creo que se ahorraríanmuchísimas emisiones, basura,

de todo.

Y luego, si podemos...

Si lo necesitamos y lo compramosen segunda mano, perfecto.

Y si tenemos que comprarlo,coger un comercio local.

Pero no decir:"Me voy a Humana y allí...".

-Pero hay una cosa muy guayque es lo que hago yo.

Compro mucho en Humana,

pero luego dono mucha ropay la vendo por Vinted.

Entonces, por ahí ya,como que siempre estoy...

Como luego dono tanta, porque sino tendría el armario como el tuyo.

Y por alusiones,que te ha dicho como tú.

Un cierre.

-Pues yo por caprichosa,

por roja y por vaga,

delego en las grandes empresas

y más comunismo y más marxismo.

Con que cien empresascambien sus políticas,

mi tía Alicia no tiene quepreocuparse de reciclar en la vida.

La culpa es suya y a tomar por culo.

Maravilloso, bueno, muchísimasgracias por haber estado aquí.

Muchísimas graciasa los que estáis ahí.

Tenéis que seguirnosen todas nuestras redes.

También tenemostienda en Ali Express y en Amazon,

donde podéis comprar peloreal de Inés, ya sabéis,

y también si queréisalguna cosita, una sugerencia,

alguna idea, podéis mandarnosun correo a Genplayz@RTVE.es.

Nos vemos en el siguiente capítulo.

Donde vamos a hablarde un tema muy serio,

que tiene que hablarsey lo vamos a hacer aquí, el cáncer.

Nos vemos, chao.

Gen Playz - ¿Somos adictos a gastar en chorradas?

¿Por qué no podemos parar de comprar?

El consumismo forma parte de la sociedad. Por eso, cada vez es más común sentir ese deseo incontrolable de adquirir artículos de toda índole sin saber muy bien para qué. Como bien dice Danel, gastar dinero es muy sencillo, conseguirlo ya no tanto.

Nuestra psicóloga de referencia nos explica por qué somos adictos: “Cuando compramos en nuestro cerebro hay una especie de explosión de dos sustancias: dopamina y serotonina. Entramos en un estado de felicidad, de satisfacción, de placer muy notable”. Sin embargo, según Alba, este estado en los compradores compulsivos “dura muy poquito”. En poco tiempo, “aparecen las reacciones opuestas, como la vergüenza o la culpabilidad”, añade.

Al preguntarle sobre si pasa lo mismo que cuando se consumen drogas, ella lo tiene claro: “El circuito que se activa al comprar es muy parecido al de cuando consumes cocaína”. Por este motivo, cuando Selena compra, entra en una especie de bucle que le da ansiedad: “Madre mía, me estoy gastando un dinero que no tengo, no necesito tanto”.

¿Gastamos más online?

“Yo creo que sí porque es mucho más sencillo”, responde Samantha. “Tomas menos conciencia porque no es algo tangible, no ves que te has llevado 15 kilos de ropa en un segundo”, continúa. Aunque se define como una “compradora compulsiva”, recordemos la armadura medieval de 190 euros que se compró solamente porque estaba de oferta, dice que al menos suele “comprar cosas de segunda mano”.

Por otro lado, a Patricia nunca le han gustado las compras: “Para mí, ir a un centro comercial es lo más parecido a ir al infierno”. Recordemos que ella lleva 5 años sin usar plásticos en su día a día. Todo un reto.

¿Es la publicidad la culpable?

Anónimo lo tiene muy claro: “La publicidad es la que hace que la gente necesite cosas que no necesita realmente”. Para Alba Sueiro, las marcas “cada vez son más conscientes de su papel y tratan de facilitar ese consumo responsable”. Pero a Anónimo este argumento no le convence: “Esas serían solo las marcas más minoritarias o elitistas, las grandes marcas nos incitan a consumir, obsolescencia, comprar cosas nuevas”.

“Al sistema económico no interesa que compres algo que te va a durar toda la vida”, apunta Alba Sueiro. Mientras, a Anónimo le llama la atención que, desde que tiene uso de razón, “siempre hay una nueva fórmula para lavar la ropa de color blanco”.

También abrimos el melón de si las redes sociales nos escuchan. Selena lo ha comprobado: “Estuve toda la tarde hablando de un producto y al rato me salió en Instagram”. A Patricia también le ha pasado: “Estuve hablando con una amiga de colchones, sin buscarlo en Google, y me salió publicidad igualmente”.

Influencers y consumismo

Para Selena, “hace más daño la influencer que no repite modelito nunca que un anuncio”. Samantha aprovecha para quejarse del consumismo excesivo al que estamos expuestos: “Estamos tan mal en esta sociedad, igual dices ‘joder, estoy súper precaria, trabajando 40 horas y no tengo ni un minuto’ y como no puedes gestionar esas emociones pues te compras un pimentero eléctrico para volver a sentir que tienes el control”. Es decir, la sociedad se ve obligada a suplir sus carencias personales con objetos materiales.

“Para fabricar unos vaqueros hacen falta ocho mil litros de agua, ¿de verdad son necesarios para una sola prenda de vestir?”, se pregunta Patricia. “Los datos son brutales, y después una camiseta de algodón cuesta 3 euros”, continúa Alba.

¿Y el comercio local?

Con tanta compra online y grandes superficies, el comercio local vive uno de sus peores momentos. “El problema es el libre comercio y que todo se deje en manos de empresas privadas que solo miran por sus intereses y por seguir enriqueciendo sus bolsillos”, dice Samantha.

En este sentido, Patricia está de acuerdo con Samantha: “Se puede concienciar pero esto o se cambia con legislación o no se cambia”.

Por último, se incorporan Celia Zanón, enfermera; y David Álvarez, realizador y productor audiovisual. Aunque la primera muchas veces se arrepiente de lo que compra, no lo devuelve “por la pereza de volver a la tienda”. Mientras, para David, “no somos la generación más consumista pero sí que es verdad que tenemos muchas distracciones”.

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