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Las joyas que identifican a Irun

MARÍA JOSÉ ATIENZA

La iglesia del Juncal, el cuadro 'Lumière electrique', de Darío de Regoyos, las termas de Oiasso, una partitura de Joaquín Tadeo Murguía, el documento de 1766 que certifica la independencia de Irun con respecto a Hondarribia, el Alarde, la giganta baserritarra de la Irungo Atsegiña, un ramillete de flores de Porcelanas Bidasoa... Todos estos elementos tan dispares forman parte del patrimonio cultural de la ciudad y algunos de ellos pueden verse en la exposición Ondarea/Patrimonio, instalada en la galería del Centro Cultural Amaia.

El área de Cultura del Ayuntamiento ha impulsado esta muestra, comisariada por María José Noain, porque «para querer y cuidar algo, primero hay que conocerlo», señala la delegada de Cultura, Juncal Eizaguirre. «Lo que pretendemos con esta exposición didáctica es profundizar en nuestro patrimonio, saber bien qué significa y descubrir qué elementos lo componen».

A través de varios paneles informativos, acompañados de valiosas piezas, la exposición da a conocer las diferentes categorías de patrimonio cultural que existen, así como los eslabones de una cadena de valor, imprescindible para salvaguardarlo.

Entre las piezas que pueden verse en el Amaia, destacan algunas de gran valor artístico, como la Virgen gótica de alabastro, que antiguamente podía verse en la ermita de Santa Elena y obras pictóricas como el mencionado 'Lumière Electrique', de Darío de Regoyos, 'Barrio de Olaberria', de Montes Iturrioz, 'La loca', de Menchu Gal, 'Elgorriaga', de Carmen Maura, 'Verano', de María González Acha o la colección de aguafuertes de José Luis Noain, que reproduce escenas de festividades de Irun (Iñudes y Ar-tzaiak, el Entierro de la sardina, Caldereros, Olentzero y Txistularis y cabezudos).

Mediante un vídeo, puede conocerse, también, la historia y características del castillo de Gazteluzar. Próxima a la entrada de la sala se encuentra la giganta baserritarra de la Irungo Atsegiña y protegidos por varias vitrinas, se exponen documentos de interés e indudable valor histórico, como el citado de la independencia de Irun.

Las joyas que identifican a Irun

El patrimonio es un concepto «resbaladizo» que instituciones internacionales, como la Unesco, leyes de distinto nivel administrativo, como la Ley de Patrimonio Cultural Vasco de 2019, agentes culturales e investigadores intentan definir. Además de los distintos tipos de patrimonio, en los paneles informativos de la exposición pueden recorrerse los eslabones de la cadena de valor necesaria para salvaguardarlo: identificación, documentación, valoración, conservación, difusión y reflexión.

La identificación es el primer paso y sin él sería imposible saber que el patrimonio artístico municipal de Irun es el segundo más rico de Gipuzkoa o que el Gobierno vasco tiene reconocidos en la ciudad, a día de hoy, 21 conjuntos de patrimonio construido. Algunos de los más significativos son el Ayuntamiento, la iglesia del Juncal, la ermita de Santa Elena, el palacio Arbelaiz, el Hospital Urdanibia (actual sede del Euskaltegi Municipal y de la Sala Menchu Gal) y el palacio, ferrería y molino de Urdanibia.

La identificación es el primer paso, pero todos los eslabones de la cadena de valor «son imprescindibles, porque si cae uno caen los demás», explica María José Noain. «El más complicado es el de la conservación. Una cosa es la voluntad de conservar o de restaurar, que son conceptos diferentes, y otra ser conscientes de que es necesario un proceso de conservación que precisa de financiación».

Industrial e inmaterial

Por lo general, tendemos a pensar que el patrimonio es arquitectura, pintura, escultura... pero es mucho más. «Hay un patrimonio etnográfico, inmaterial y un patrimonio industrial que son los que más fácilmente se nos escapan», añade la comisaria de la exposición. «Todavía nos cuesta entender que una fábrica en desuso o una chimenea son patrimonio, por lo que tenemos el doble reto de investigarlo y transmitirlo. Irun ha tenido un pasado industrial muy destacado y aunque no haya quedado constancia de restos arquitectónicos, por lo menos ese patrimonio ha de permanecer en la memoria histórica».

La cadena de valor del patrimonio se cierra con la difusión y la reflexión. El Museo Oiasso, la Biblioteca y el Archivo son centros desde los que se difunde el patrimonio cultural, una labor que la ciudadanía irunesa puede multiplicar. «La exposición trata de encender la conciencia ciudadana para aprender a reconocer el patrimonio, hacerlo nuestro y protegerlo, para que seamos conscientes de que la riqueza patrimonial de Irun es algo que forma parte de nuestra identidad», señala Noain. «Es algo que debemos transmitir a las nuevas generaciones y sobre todo, disfrutarlo, porque es lo que nos define como iruneses e irunesas».

La exposición puede visitarse hasta el 14 de noviembre, en horario de 18.00 a 21.00, de martes a sábados y de 11.30 a 13.30, los domingos y festivos. Los días 7 y 14, a las 12.00, habrá visitas guiadas. Son gratuitas, pero para participar hay que apuntarse escribiendo al correo electrónico amaia.kz@irun.org

'La loca', obra de Menchu Gal, y ramilletes de flores de Porcelanas Bidasoa, realizados por Concha Laca.

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