HogarJoyas → De botella a alfombra y de yogur a cepillo de dientes: la transformación verde de los productos cotidianos

De botella a alfombra y de yogur a cepillo de dientes: la transformación verde de los productos cotidianos

Madrid

La protección del medio ambiente es cada vez una lucha más global. El cambio climático es más que nunca una realidad y durante estos días representantes de casi 200 países se reúnen en la Cumbre del Clima de Madrid para rematar lo aprobado en el Acuerdo de París y comprometerse a hacer recortes drásticos en las emisiones de gases para que el aumento de la temperatura media del planeta no supere los dos grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales y que en la medida de lo posible no se supere el grado y medio.

Sin embargo, el descenso en las emisiones no depende únicamente de acuerdos gubernamentales y ya son muchas las empresas que lanzan sus propias iniciativas para reducir su impacto al medio ambiente. Es por ello que cada vez más compañías se lanzan a fabricar sus productos a través del reciclaje, dando una nueva vida a materiales desechables y creando objetos que en muchas ocasiones están hechos de materiales y productos del día a día que los usuarios desconocen.

Hay botellas en tu ropa de invierno

La ropa de invierno ha ido incorporando desde hace años el uso de materiales reciclados en su composición sin que buena parte del público conociera este detalle. No son pocas las empresas que utilizan botellas de plástico para crear el forro y el relleno de abrigos y prendas para el frío, mientras que con residuos de nylon se pueden crear algunos de los tejidos exteriores de las prendas.

El revestimiento de poliéster en muchos abrigos se puede crear a partir de botellas de plástico viejas y en algunas prendas se pueden llegar a utilizar hasta 150 botellas de este material. Lo mismo ocurre con algunos de los materiales con los que se manufacturan los sacos de dormir.

Los forros polares son otra de las prendas en cuyos procesos de fabricación es más frecuente el uso de plásticos reciclados. Para crear el hilo que conforma este tipo de prendas hay empresas que utilizan decenas de botellas PET (politereftalato de etileno) recicladas, que son aquellas que usan la mayoría de empresas que comercializan agua embotellada.

Pisando botellas y pajitas

Aunque no lo sepas, tus pies pueden estar apoyados en tu casa sobre botellas y otros elementos de plástico. Y es que cada vez más alfombras están realizadas a partir de elementos reciclados. Materiales plásticos como el nylon, el poliéster o el polipropileno son ya bastante frecuentes en estos elementos decorativos.

Los objetos a reciclar más comunes en la creación de alfombras vuelven a ser las botellas PET de agua o refrescos. Estas alfombras suelen ser más resistentes a las manchas y producen menos emisiones al ser fabricadas que aquellas alfombras realizadas con materiales y métodos tradicionales.

De botella a alfombra y de yogur a cepillo de dientes: la transformación verde de los productos cotidianos

Esta tendencia de crear alfombras con botellas de plástico recicladas ha llegado recientemente a la empresa de muebles y decoración más famosa del planeta. Ikea comercializa desde esta temporada de invierno un modelo llamado ‘Sporup’ para el que la multinacional sueca usa 320, 500 o 750 botellas PET recicladas en función del tamaño.

Hay empresas que van más allá y no solo realizan sus alfombras con botellas de plástico. Ya están en el mercado ejemplares de alfombras realizadas completamente gracias a pajitas recicladas, un producto altamente contaminante. España es el país europeo que más pajitas de plástico usa, según un informe de Greenpeace que estima que cada día se utilizan en nuestro país 13 millones de unidades. Son elementos que tardan unos 500 años en degradarse y que tienen un efecto nocivo en el medio ambiente y pueden ser ingeridas por peces, tortugas y aves.

Las mil vidas de los neumáticos usados

Cuando la vida útil de un neumático llega a su fin las posibilidades de reutilización de sus materiales para otros usos cotidianos se disparan. El proceso de recuperación de los neumáticos comienza con su traslado a una planta en la que las ruedas son trituradas y sus materiales son filtrados, separando el caucho de otros componentes presentes en neumáticos como la fibra textil o el acero.

Uno de los usos más habituales de los neumáticos usados es el de formar parte del asfalto o pavimentado de calles y carreteras, pero hay algunos más inusuales. Los suelos acolchados de los parques infantiles están hechos en buena parte de neumáticos reciclados, como también lo están muchos de los bolardos que vemos en los pasos de peatones de muchas ciudades de España. También hay empresas que utilizan neumáticos usados para crear sandalias, en las que se pueden llegar a usar más de 300 gramos de este material para crear un par de chanclas.

Tu yogur puede acabar en tu cepillo de dientes

La vida útil de un cepillo de dientes no supera los tres meses, por lo que cada persona utiliza unos cuatro cepillos al año. Si multiplicamos esa cifra por los casi 83 años de esperanza de vida de los españoles, se podría decir que cada persona utiliza unos 332 cepillos de dientes a lo largo de su vida. Y estos utensilios generan problemas al reciclarse, ya que se suelen tirar erróneamente al contenedor amarillo, cuando en realidad deben ser reciclados en un punto limpio.

En nuestro país, al año se fabrican 160 millones de cepillos de dientes, en cuya elaboración se usan miles de kilos de plásticos que tardan una media de 400 años en descomponerse. De hecho, ya hay estudios que afirman que el 1% de los residuos plásticos que hay el mar proceden de cepillos de dientes. Al estar compuestos de materiales como el PVC, la goma o el nylon su reciclaje es un proceso complicado, de ahí que hayan comenzado a comercializarse cepillos ecológicos realizados con madera o bambú.

Sin embargo, ya hay compañías que están apostando por el reciclaje a la hora de crear estos productos tan cotidianos. De hecho, una de las prácticas que ya se llevan a cabo en algunas marcas internacionales es la del reciclaje de envases de yogur para la elaboración del mango de los cepillos de dientes. Eso sí, bajo la garantía de que las cerdas son siempre nuevas.

Camisetas con botellas y zapatillas con redes de pesca

El plástico es uno de los materiales que más utilidades tiene tras ser reciclado y hay empresas como Nike que han aprovechado sus posibilidades para integrarlo en sus equipaciones deportivas. El material de muchas de las camisetas de esta marca se hace con poliéster procedente de botellas de plástico recicladas.

Estas botellas se derriten para crear hilos que después se transforman en tela. Para realizar una camiseta y unos pantalones cortos se pueden utilizar aproximadamente 15 botellas de plástico, reduciendo el impacto ambiental y el consumo de energía hasta en un 30% con respecto al poliéster tradicional.

De hecho, las grandes empresas de ropa deportiva suelen realizar campañas en las que presentan productos realizados a través del reciclaje de productos cotidianos. Adidas tiene en su catálogo una colección de zapatillas realizadas a partir de los plásticos recogidos en las costas de varios mares y océanos y con unas suelas impresas en 3D con el plástico extraído de las redes de pesca de dichas zonas.

Parece madera, pero no lo es

Vallas en parques, tarimas, mesas y bancos que puedes ver tanto formando parte tanto del mobiliario urbano como de terrazas y jardines privados… Algunos de estos objetos tienen una apariencia que imita a la madera, pero están creados a base del reciclaje de todo tipo de plásticos.

El polietileno de baja densidad (PEBD), el polietileno de alta densidad (PEHD), el polipropileno (PP), el poliestireno (PS) y otros polímeros son algunos de los materiales utilizados en la fabricación de estos suelos y objetos que parecen hechos de madera, pero no lo están.

Cada vez más ejemplos

Con una sociedad concienciada con la seriedad del problema del cambio climático y con empresas realizando cada vez más esfuerzos por reducir su huella medioambiental y la cantidad de emisiones nocivas con el planeta, el número de productos creados a partir del reciclaje de otros objetos cotidianos es cada vez mayor.

Joyas realizadas a partir de botellas de vidrio recicladas, biodiésel nacido del aceite de cocina usado, carrocerías creadas gracias a la reutilización del aluminio, mochilas construidas a base de botellas de plástico, pavimento y baldosas que se construyen gracias a los escombros y polvos generados en la demolición de edificios, gafas de sol realizadas a partir de redes de pesca recicladas, ladrillos de cristales reciclados, bicicletas que nacen del aluminio de latas de refrescos reutilizadas y hasta edificios creados íntegramente de botellas de plástico recicladas. Cada día son más las posibilidades que permite el reciclaje a la hora de dar una segunda vida a todo tipo de objetos cotidianos.

Etiquetas: