BUENOS AIRES, 11 May. (Notimérica) -
Aros, pulseras o anillos, entre otros, son las joyas que se están poniendo de moda en Argentina. Sin embargo, su fama no se debe a la tradición material de estos objetivos, sino que su fabricación se encuentra realizada con material genético auténtico y leche materna.
Las "joyas de leche" se ha vuelto una tendencia en crecimiento en Argentina y en varios países iberoamericanos, su impronta viene desde el exterior (nacieron en los Estados Unidos cerca del año 2000) y florece con las nuevas modas locales de crianza respetuosa y lactancia a demanda.
Su nombre genérico agrupa una variedad amplia de material con ADN: pelo de bebé, cordón umbilical, cenizas de un ser querido fallecido, placenta y leche materna (por separado o combinados).
"Empecé a hacer estas joyas hace un poquito más de un año, observé modelos de joyas de leche en otros países (en Estados Unidos y Europa están muy de moda). Investigué, me metí muy a fondo, hice pruebas. Yo estaba dando la teta y estaba fascinada con tener un recuerdo tan precioso, algo tangible de esta etapa maravillosa que es la lactancia", ha contado la artesana y creadora de la marca Joyas para el alma Milena Smirh para el diario 'Clarín'.
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— Melissa Cate Christ Thu Apr 02 20:20:19 +0000 2020
¿CÓMO SE FABRICAN?
"Antes se guardaban muchos de estos recuerdos de forma casera. En el caso de las joyas de leche, esta es sometida a un proceso de esterilización y conservación para transformarla en una gema sólida, con mucho amor, dedicación, cuidado y respeto", ha indicado una de las fabricantes de estos objetos Morena De Lisi.
Según la experta, la fase de "secado, pulido y finalización de la gema dura entre tres y diez días (dependiendo del modelo elegido)". La joya queda prácticamente como "una piedra de color natural de la muestra o con colores agregados, brillos, etc.", ha añadido.
Por ejemplo, para poder realizar una pulsera es necesario como mínimo entre 15 y 40 mililitros de leche materna. La confección demora aproximadamente un mes y se realiza con engarces de plata 95 y, en algunos casos, oro, depende de la demanda.
Por otro lado, no solamente se pueden realizar joyas sino que también con los pelos y cenizas de los animales se pueden utilizar para hacer diseños con huellas y corazones.