Italiana que vemos, italiana que lleva ESTE bolso de mano tote

Un macaron rosa. Un sugus rojo. Un chicle Bubbaloo. Puede que las paredes no las empapelaríamos nunca de una tonalidad pastel, o que en nuestros planes a corto plazo las sombras nacaradas no entren nunca en nuestro neceser, sin embargo las golosinas teñidas del color de las fresas son una debilidad. Nubes, Chupa Chups, regalices rellenos de algo que alguien un día llamó nata. Para las que escapan del rosa y azul anacronico y clásico, pero sin embargo se derriten frente a una chuchería impregnada de color, Furla, la firma italiana con casi un siglo de historia, ha reeditado uno de sus bolsos clásicos impregnándolo no de azúcar, pero sí de amor.

El nombre es fácil de recordar: Re-Candy, un chute de dulzor por dos. Recién lanzado a pesar de estar ya en las manos de las italianas que mejor visten y que más se divierten haciéndolo, la nueva versión del bolso mítico de Furla se presenta en nuevos colores y materiales reciclados que no son solo sostenibles con el medio ambiente, sino que son una apuesta firme y decidida por la creatividad, la marca de la casa.

Presentado por todo lo alto en la Semana de la Moda de Milán, Furla celebró el décimo aniversario de su icónico bolso de mano tote Furla Candy con The Field of Flowers, la espectacular instalación a cargo del estudio neoyorquino DE-YAN, con grandes flores inflables de colores y tótems llamativos que representaban una explosición de color. Los hubo grandes y pequeños y entre ellos estaba la gran novedad, su primer bolso sostenible. El capricho más apetecible del otoño más llamativo.